#gift exchange emdt
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docpiplup · 3 years ago
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INTERCAMBIO EMDT (1/2) @retratospastel
Alonso & Elena & Blanca
IV
Alonso prefería no pensar.
Adaptarse a 2016 estaba siendo duro.
La aparición de Elena había dado un giro a su vida. Y la adoraba. Pero no era la misma mujer que Blanca, aunque físicamente fuera idéntica a ella. Elena decidía, discutía, plantaba cara cuando algo no le gustaba. A Alonso le parecía algo tan apasionante como agotador. Eran tan diferentes que en ocasiones sentía que estaba engañando a su mujer con otra que era igual que ella pero no lo era.
El tiempo es el que es. El conde del tiempo. Deudas pendientes: Capítulo IV
(Hace unos dijiste que te gustaban los gifs que hice hace tiempo sobre este fragmento del libro, y cuando me enteré de que me había tocado hacer un regalo para ti, pues pensé que ya era hora de hacer unos gifs mejores, porque los otros se ven un poco mal)
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docpiplup · 3 years ago
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INTERCAMBIO EMDT (2/2) @retratospastel
Alonso & Ernesto
Sin embargo, él era un hombre de acción y pensar demasiado no es bueno para alguien que debe jugarse la vida para salvar la de los demás. Por eso hacía gimnasia. O entrenaba en la lucha cuerpo a cuerpo. El judo y el kárate le parecían una majadería para cursis. ¿Por qué hacer tanto paripé pudiendo dar un cabezazo al enemigo? La única técnica de lucha moderna que le parecía apasionante era el krav magá, el método oficial de lucha personal de las fuerzas israelíes (o eso le habían dicho). En él todo valía: golpes, patadas, estrangulamientos… Esa sí era una manera digna de luchar. Cuando no entrenaba krav magá, hacía prácticas en la sala subterránea de tiro. Como ahora.
Tras vaciar el cargador de su Glock-17, se quitó los cascos que protegían sus oídos y pulsó el botón para ver el resultado en las dianas. Como era de esperar, todos sus disparos se agrupaban en un pequeño espectro del corazón de la figura dibujada en la diana. Todos… excepto dos que atravesaban su frente.
Entonces oyó la voz de Ernesto a sus espaldas.
—Siempre me ha maravillado su buena puntería con armas modernas. Desde el día que llegó usted aquí.
Alonso se quitó méritos:
—Un arma es un arma. Y y o soy un soldado.
—Sí, pero del siglo XVI.
Alonso levantó la vista y miró con amargura a Ernesto.
—Yo soy el soldado español de todos los siglos. Es mi maldición. Y mi fortuna. —Luego observó su arma—. Ojalá hubiera tenido una así en mi época.
Es increíble la distancia de alcance de las armas de fuego de este siglo. Sobre todo con los rifles. A eso no me he acostumbrado todavía.
—¿Por qué?
—Cuando aprieto un gatillo aquí, y a media legua muere un hombre, me cuesta creer que soy yo quien le ha quitado la vida.
—Y ¿quién iba a ser, entonces?
—No sé. Quizá Dios.
Los buscas de ambos empezaron a sonar. Salvador los llamaba.
El tiempo es el que es. El conde del tiempo. Deudas pendientes: Capítulo IV
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